martes, 28 de junio de 2011

escaparatismo




Consejos prácticos sobre las mejores técnicas en iluminación, color y textura
Escaparates que emocionan
Ante la crisis, imaginación. Por ejemplo, ¿sabías que un buen escaparate puede llegar a aumentar tus ventas hasta un 20%? El objetivo es atraer al “espectador”, despertar sus sensaciones y conseguir que entre en el establecimiento. Esto dependerá en gran medida de la luz, los colores y las texturas utilizadas.

El escaparatismo se está convirtiendo en una materia fundamental para propietarios y encargados de establecimientos, y es que un buen escaparate puede aumentar las ventas hasta un 20%. El inicio de curso es el momento idóneo para renovarlo, algo que tendremos que hacer cada veinte días como máximo. Para hacerlo, conviene tener en cuenta las siguientes técnicas.
La luz
  • ¿Fría o cálida? Para escaparates tecnológicos, se recomienda una temperatura de luz fría, mientras que para las tiendas de alimentación es mejor una luz cálida. En el caso de un establecimiento de ropa, la mejor opción es la luz media.
  • Ten en cuenta la luz natural. Es importante calcular la luz natural que recibirá el escaparate, y determinar qué cambios habrá que hacer cuando ésta disminuya.
  • Existe gran variedad de lámparas con sistemas de control y regulación de luz, que permiten iluminar distintos conceptos del escaparate. Algunos tipos son los fluorescentes (de bajo consumo, escaso mantenimiento, luz fría y aporte de calor mínimo), halógenos (de luz cálida, sensación agradable y gran producción de calor) o halogenuros (con una reproducción de color media y aportación de calor media).

El color
  • Los colores producen un estímulo inmediato, perdurable y de gran contenido informativo para la persona que mira un escaparate. Es una manera sencilla y económica de transformar un escaparate, convertirlo en más grande o más pequeño, frío o cálido, llamativo o discreto.
  • Cada color provoca sensaciones diferentes: el blanco agranda los espacios, el negro elimina las perspectivas y obliga a una iluminación muy específica, el rojo tiende a salir de la fachada de la tienda e invadir la calle. En cualquier caso, es imprescindible coordinar los colores con la iluminación.
  • No existen mezclas correctas o incorrectas de colores, la puesta en escena legitima la presencia de cualquier combinación siempre que tenga coherencia con el mensaje.
  • En los escaparates se suele utilizar el color de dos formas: juego de contrastes y armonía entre los colores primarios (rojo, amarillo, azul), los secundarios (obtenidos de la combinación de los primarios) y los complementarios (de la mezcla de los dos anteriores). Debido a su fuerte impacto, deben utilizarse con cautela. Por otro lado, las variaciones en el mismo tono de color permiten crear distintas profundidades en el escaparate.
La textura
  • En la mayoría de materiales hay implícita una carga emotiva propia. La calidez de la madera, la suavidad de la seda... Estas sensaciones apoyan el mensaje del escaparate.
  • No hay que asociar directamente las características del producto con la de los materiales del escaparate. Un producto sofisticado puede exponerse en un contexto natural o menos trabajado y al contrario. Por ejemplo, una joya puede exponerse sobre una roca y en un escaparate de alimentación puede primar el acero o el cristal. La seducción se puede lograr tanto por la armonía como por el contraste.
  • La sensación que provocan los materiales y las texturas cambia con las estaciones del año y los contextos culturales. El acero, el metal y el cristal aumentan la sensación de frío en invierno, pero son refrescantes para el verano.

 fuente: www.emprendedores.com